Construcción primillar y creación bebedero y zona de alimentación
Noviembre 2021
Con la Reserva "Piedrahincada" creamos la tercera reserva destinada a las esteparias, demostrando como el trabajo de una ONG puede ayudar a recuperar poblaciones de especies amenazadas.
Nuestras microrreservas están contribuyendo a la estabilidad de la población local de aves esteparias, mientras en otras zonas continúan en descenso. Las avutardas y los sisones no paran de disminuir en toda Extremadura y el resto de España, pero en las zonas que gestionamos estamos viendo incluso hembras con pollos.
Es obvio que agua y alimento son las dos necesidades más básicas y acuciantes para cualquier ser vivo. Si nos referimos a aves esteparias, obtener estos recursos puede convertirse en todo un reto, especialmente durante los meses de verano y otoño.
Debido a los periodos de sequía, cada vez más frecuentes, así como a la disminución del nivel freático a causa de la proliferación de pozos profundos para riego, en los últimos años se han perdido la mayoría de los bebederos naturales a los que estas aves recurrían tradicionalmente en La Serena. Al mismo tiempo la escasez de lluvias ha hecho disminuir de forma considerable el alimento disponible.
Los buenos resultados obtenidos en la reserva de “Los Campillos” nos han motivado a continuar trabajando en esta línea para aliviar las serias dificultadas que están sufriendo las aves de los ecosistemas esteparios.
Tras la adquisición de una nueva parcela de algo más de 8.000 metros cuadrados a finales de 2020, en el término municipal de La Haba (Badajoz), hemos habilitado nuestra tercera microrreserva de hábitat estepario: la Reserva de “Piedra Hinchada".
Gracias a una subvención recibida de la Dirección General de Sostenibilidad de la Junta de Extremadura acabamos de construir un primillar y un nuevo bebedero para aves esteparias. También hemos empezado a sembrar alfalfa, que ya está brotada para su alimento.
El sistema de abastecimiento de agua para el bebedero y la alfalfa se alimenta con energía fotovoltaica y está totalmente automatizado, para evitar viajes y molestias a las aves.
El resto de la parcela se dejará como zona de pastizales naturales, para que se cubra de plantas que faciliten la existencia de invertebrados, micromamíferos, anfibios y reptiles.
La mayor parte del trabajo, salvo la construcción del primillar, ha sido realizado de forma voluntaria por los propios socios y amigos de Anser. El voluntariado es el alma de nuestra asociación, ya que no tenemos personal asalariado.